33.- Te desnudé...

Te desnudé...

Te desnudé sin que sintieras el perfume de mi piel,
asalté tus sentidos cuando tu cuerpo tenía sed;
me abrigué con tus manos atrevidas conectadas en tus suspiros
y cada latido tenía un anís de amores prohibidos.

Te desnudé con la mirada puesta en el cielo,
te adueñaste de los albores que relucían el camino
y despertó en ti la pasión dormida en los abriles de tu desidia,
donde aún estamos lúcidos y comprimidos.

Te desnudé y me embriagué con tu elixir,
que tu piel respondió a mi pasión sin resistirse.
Sustenté una charla discretamente con tus sueños
donde ellos murmuraron febrilmente tu amor.

Te desnudé remisamente que tu corazón se abrió a este amor,
que tus palabras buscaban inspiración sobre la razón.
Te desnudé y te secuestré en mí querer que jamás supiste
por donde entré y a dónde me fui dignamente ayer.

En/Inercia.
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2010.

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