26.- Te di...

Te di...

Te di
mi sensibilidad,
invertida en las caricias
que nadie puede dar.

Te di
la voz,
para que pudieras escribir
lo que el destino trataba de celar en este desliz.

Te di
mi cuidado,
para que tuvieras una base
en la cual sostener este amor.

Te di
mi lasitud,
para que tuvieras un ímpetu
en los pactos de nuestros adversarios.

Te di
mi anhelo,
para que viajaras con él hasta el fin
y pudieras subsistir para consagrar esta ilusión.

Te di
todo
pero tan poco a la vez,
que no pudimos soportar este golpe al corazón.




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2010.

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