Tras su vuelo.
Tras su velo.
La noche finge cuando palideces,
tu mirada se trasciende y se lacera
forzándome entre fauces que de atroces
ya tientan a mi auténtica ceguera.
Seríame su jadeo que de a veces
me es hurtado en mi ánima de cera
Y a sus labios pondré que por sus creces
a cuanto siento emerge en luz primera.
Irrúmpeme si sobre cada duelo
no halla el alma mía adversidad,
y que bajo mis pies no queda suelo.
Y que sobre mi mente llego al cielo
henchida pues, de mimos y ansiedad,
ya de un enorme brinco alzo el vuelo..
En/Inercia.
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2010.
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